Tabla de Contenidos
Resumen
» ¿País? Tailandia.
» En pocas palabras ¿cuál es la idea? En los templos budistas ¿Está Buda solo? La respuesta es no, lo habitual es que aparezca acompañado de deidades y seres mitológicos. Explicamos por qué y quiénes son.
» ¿Duración? 20 minutos.
» ¿Para quién? Viajeros interesados en los detalles de los templos budistas, curiosos por las cosas sorprendentes o contraintuitivas.
» ¿Dónde? Templos budistas.
» ¿Cuándo? En cualquier momento.
Descripción
En los templos... ¿Está Buda solo?
No, a menudo Buda no está solo, algunos dioses y seres mitológicos también están representados en los templos a través de imágenes y esculturas. No pertenecen a las creencias budistas, lo que aparentemente resulta contradictorio.
Por lo general causa bastante sorpresa y desconcierto la primera vez que los visitantes se dan cuenta.
Y sucede porque nuestro esquema mental (occidental), el que usamos para interpretar todo lo que vemos, está condicionado por nuestro trasfondo cultural cristiano (judío o musulmán). Un solo dios omnipotente y omnipresente, incompatible con otras deidades o creencias alternativas.
Pero este no es el caso en Tailandia. Este pueblo ha sido muy receptivo a las sucesivas oleadas de predicadores de diferentes religiones y, además, el Budismo no ha intentado imponerse por la fuerza ni eliminar las huellas de las creencias ancestrales en los espíritus.
El Budismo es probablemente una de las religiones más tolerantes con aquellos que piensan de manera diferente.
Budismo + Brahmanismo + Religión de los Espíritus = La solución es un poco de bricolaje con las creencias personales
También es interesante pensar que cuando alguien cree en la existencia de un solo dios como lo hacen los cristianos o los judíos, este dios está presente en todas partes y todo el tiempo de la vida de los creyentes.
En los monasterios budistas se pueden encontrar dioses hindúes como Brahma y Ganesha, seres mitológicos como las nagas y los gigantes Yaksha, y representaciones de los espíritus de personajes históricos o de leyenda, como Mae Nak.
El resultado es que diferentes creencias son compatibles entre sí haciendo un poco de bricolaje, cada uno a su manera.
Todos los seres espirituales tienen su propio carisma y rasgos personales. Son más útiles para algunas cosas que para otras.
El templo que se muestra es un buen ejemplo. La estatua de Buda en el centro preside el espacio sagrado, Phra Rahu al frente y el dios Ganesha detrás.
En conclusión, el universo espiritual de los tais está densamente poblado y para facilitar la vida en común la solución es separar espacios y tiempos, conocer sus carismas y establecer una jerarquía.
En el vértice superior está Buda, que ocupa la posición más alta en la jerarquía espiritual.
Phra Rahu, capaz de tragarse el sol y la luna
En algunos templos Phra Rahu representa el ser mitológico que causa los eclipses y que es capaz de provocar la oscuridad, el caos y la destrucción.
Podríamos identificarlo como el dios del mal.
Al adorarle, la idea no es dañar a los demás, sino protegerse de los seres malvados. Phra Rahu es uno de ellos, el jefe, por lo que los conoce muy bien y sabe mejor que nadie cómo protegerte de sus peores acciones.
Lógicamente su color favorito es el negro y negro debe ser el color de las ofrendas, incluso las flores.
Uvas negras para proteger el negocio, licor negro para hacer lo mismo con las inversiones, arroz negro glutinoso para proteger la salud de la familia, etc.
Ganesha te ayuda en los nuevos proyectos
Este dios pertenece al panteón hindú. Es fácil de reconocer por su apariencia porque tiene cuerpo humano con cuatro brazos y cabeza de elefante.
Es una divinidad muy popular, propicia para superar grandes obstáculos, por lo que hacer ofrendas es apropiado cuando se inician nuevos proyectos y para perseverar frente a las dificultades.
Aunque hay más de una versión, se cree que fue concebido por su madre, Parvati, como su guardián personal para proteger la puerta y mantenerla a salvo. Cuando Shiva regresó, Ganesha no lo reconoció y le negó la entrada, así que Shiva respondió cortándole la cabeza ¡Rápido y contundente!
Para restaurar tal pérdida y consolar a su afligida madre, Shiva tomó la cabeza de un elefante para devolver a Ganesha a la vida.
En Tailandia, este es el dios más representado, junto a Brahma.