Las Creencias Animistas

Resumen

» ¿País? Tailandia.

» En pocas palabras ¿cuál es la idea? En tu viaje verás pequeños santuarios llamados casitas de espíritus, lazos de colores alrededor de los troncos de algunos árboles y altares con símbolos poco conocidos. Es el mundo de los espíritus y las creencias animistas de muchos tailandeses. Tratamos de explicar la creencia central del animismo.

» ¿Duración?

» ¿Para quién? Los viajeros interesados ​​en este pensamiento religioso y el mundo de los espíritus, y también aquellos sorprendidos por la abundante presencia de símbolos relacionados con esta religión.

» ¿Dónde?

» ¿Cuándo?

Descripción

Los sueños son una parte importante de la vida, ya sea que los tengas mientras duermes o si te sumerges en un profundo sueño diurno
Esta vida interior de las personas puede ser más real incluso que su existencia cuando están despiertos.

Tal vez fueron los sueños los que llevaron a los humanos primitivos a pensar que el mundo era más grande de lo que sus sentidos podían percibir. Interesante, aunque sea una conjetura, quién sabe.

El venerado Siddhartha Gautama nació en el año 563 antes de Cristo, pero no lo hizo sobre la nada, unos cuantos millones de humanos se extendían por toda la Tierra. 

En esos tiempos los judíos y los griegos, los egipcios y los olmecas en el Méjico precolombino, los chinos y muchos otros pueblos ya habían recorrido una buena parte de su historia. Faltaban más de 500 años para el nacimiento de Jesús de Nazaret y se desconocía la futura venida de Mahoma, un milenio más tarde.

En esa época innumerables pueblos encontraban en el animismo las respuestas a sus inquietudes más profundas, al mismo tiempo que les permitía poner cierto orden en su mundo.
Es ésta una de las formas de pensamiento mágico religioso más extendida en el Sudeste asiático y cuando arribó el Budismo y más tarde el Cristianismo y el Islam, muchas de las comunidades ya estaban profundamente impregnadas por estas creencias más primitivas. 

Las nuevas y pujantes religiones se superpusieron y acomodaron en lo posible para facilitar el cambio de fe, lo que en definitiva condujo a una mezcla de ambas sin llegar a perder en muchas ocasiones las creencias previas. 

Quienes practican el animismo creen que la existencia no se limita a un único plano, conciben la vida en más de un nivel y al morir en realidad nos movemos de uno a otro. Estos niveles de realidad están interconectados, es decir, que se afectan mutuamente.

Cielo, tierra y submundo. Los humanos y el resto de seres vivos ¿Qué podía justificar que nosotros tuviésemos espíritu y las ranas no? 

Recordemos que cuando se comenzaron a elaborar estas explicaciones, la especie humana no estaba como para sacar pecho, casi en cualquier cualidad que pensemos había un animal o vegetal que destacaba holgadamente sobre nosotros y la sensación de fragilidad frente a los acontecimientos naturales debía ser sobrecogedora. 

Esta manera de entender el mundo aún hoy les salva de vivir en un caos insoportable y ofrece una explicación razonable a muchas de las cosas que les suceden, además de la posibilidad de intervenir a su favor en los acontecimientos que les afectan.

Como resultado, hoy en día las comunidades animistas tienen en cuenta a todos estos seres y tratan de gestionar la relación con ellos lo mejor posible.

Como un menú elaborado con tres clases de especias, las creencias de muchos tais se han cocinado a partir de la religión de los espíritus o animismo, la explicación budista de la vida y el brahmanismo procedente del universo cultural hindú. 

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